Agosto 15 de 2023
Por: Carolina Caballero Sánchez
No sé si te has enterado, pero la próxima semana estaré dictando una masterclass gratuita llamada «3 claves para reconectar con tu intimidad». El objetivo de este encuentro es que las mujeres descubran cómo liberar los bloqueos energéticos que paralizan el fluir libre y placentero en la sexualidad.
Llevo más de una semana generando comunicación cercana con las mujeres que ya se han inscrito a este evento. Incluso ellas han hecho algunos ejercicios que les he propuesto en un e-book gratuito como antesala a la clase. A raíz de esto, he recibido decenas de correos de gratitud, e incluso, muchas de estas mujeres han ido más allá y me han compartido sus propias situaciones limitantes en la intimidad.
Para mi sorpresa, una de las situaciones más recurrentes en esos relatos, ha sido sobre las limitaciones que se viven sexualmente luego de haber descubierto una infidelidad en la pareja. Leo en esos mensajes, cómo a raíz de esta situación se genera desconexión íntima, inseguridades, falta de placer e incluso desinterés por mantener sexualidad con esa persona. Es como si luego de descubrir una infidelidad, la sexualidad de repente…se apagara.
Uno de los factores que escucho frecuentemente en esas mujeres, y que incluso también viví, es pensar que “perdonar” lo es todo. Ese perdón entendido como el proceso racional donde tomas una decisión consciente de continuar en esa relación. Sin embargo, mientras la mente dice “voy a perdonar” el cuerpo y las emociones se resisten como si fuese un caballo sin domar. Comienzas a sentir ansiedad, desconfianza, rabia, tristeza…todo al mismo tiempo sin poder controlarlo. ¿Te ha sucedido?
Al perdonar, lo más seguro es que esperamos que el sexo siga siendo el mismo, pues estás con esa misma persona que ya conoces desde hace cierto tiempo. Sumado a esto, frente a la decisión del “perdón”, la sexualidad se convierte en un espacio “obligatorio de recuperar a toda costa”. Sin embargo cuando se ingresa a ese espacio íntimo, nos damos cuenta que poco a poco se apaga. Se pierde la conexión.
Personal y terapéuticamente, he podido constatar que el perdón no es una decisión lógica y racional. Es un proceso de sanación emocional y energética que involucra 100% al cuerpo, no a la mente. Esta es la razón por la que hemos fracasado en el intento de “perdonar” a un(a) infiel. Incluso, hemos fracasado al perdonarnos a nosotras mismas cuando hemos sido quien comete dicha falta en el acuerdo de pareja.
Entonces, siempre que tomemos la decisión de continuar en una relación luego de vivir una infidelidad, procura trabajar en tu proceso emocional, antes que en tu mente. La sola decisión de “perdonar”, es inerte en este proceso, pues no estás involucrando lo que realmente ha sido afectado: tus sentimientos y la relación que tienes con tu cuerpo.
Y aquí quiero brindarte una observación. La primera conexión que se rompe en este contexto no sólo es frente a la pareja como podríamos pensar. La ruptura principal es contigo misma. Se quebranta la seguridad en el propio cuerpo, el concepto como mujer, así como se diluye la confianza en la sensualidad y en el erotismo personal. Esto es algo prácticamente inevitable, que irá tomando lugar poco a poco, así en principio nos sintamos muy seguras y fuertes.
Escucho historias de mujeres tenaces y empoderadas describiendo infidelidades de sus hombres con mujeres más jóvenes que ellas. Luego de ver de cerca este suceso, pierden total confianza en su desnudez, y comienzan a desconectarse de su cuerpo. De esta forma el deseo comienza un descenso importante, incluyendo la posibilidad de alcanzar orgasmos como lo hacían antes. Esto lo he visto varias veces en mujeres de todas las edades, que caminan el mismo desafío luego de una infidelidad.
En estas situaciones, lo peor que podrías hacer, es quedarte quieta, esperando que esto funcione de otra forma o que tu pareja cambie. Debes tomar acción de una forma que sea realmente asertiva. Y con esto me refiero a poner tu atención fuera del sexo, pues lo primero que han hecho parejas que conozco, es ir directo a diversificar las formas sexuales. Han intentado “recuperar” la chispa a través de prácticas como tríos o el uso de juguetes, sin tener resultados positivos.
Y es de esperarse que esto no funcione realmente, porque el problema no está en la postura, en el juguete o en lo extravagante del momento. La ruptura se dió a través de un choque emocional, que el cuerpo absorbió con tanta eficiencia, que logró enfriar la energía sexual. Y de esa misma manera debe ser tratado, bajo el lente del trabajo personal, y no de la sexualidad en sí misma.
No importa el escenario, ni la edad o la situación de la infidelidad. Cuando existe una ruptura importante con respecto a las emociones de pareja, la sexualidad siempre termina “pasándonos factura”.
Es que la intimidad es un espacio de tanta vulnerabilidad, que resulta ser muy sensible a todas las experiencias que vivimos, especialmente si están relacionadas con nuestras relaciones sentimentales. En este punto es muy importante, hacer un alto en el camino para retornar nuestra energía a un punto de vitalidad adecuado, de forma que el compartir sexual no se drene hasta desaparecer.
La sexualidad necesita al cuerpo. Y el cuerpo requiere de la energía misma. Es un ciclo inquebrantable. Por eso, reconectarse sexualmente tiene muy poco que ver con lo que hagas en la cama. Pero sí tiene que ver con qué relación tienes con tu cuerpo, con tu energía sexual y con tu erotismo. Reconectarse íntimamente tiene todo que ver con tu empoderamiento interior.
Yo enseño a más mujeres a retornar a sí mismas a través del contacto con sus cuerpos y he visto que nos cuesta volver a sentirnos seguras luego de una infidelidad. Sin embargo sé que no es imposible. La energía sexual es tan maravillosa y poderosa, que llevando procesos de sanación y activación he visto devolver la confianza erótica a otras mujeres en esa situación. He usado prácticas de meditación, auto-toque, respiración y movimiento, en mis talleres. Estas mujeres han logrado recuperar el brillo de su energía íntima y reconectándoles con el compartir sexual y su empoderamiento.
Si quieres iniciar este proceso de reconexión, te invito a descargar el e-book «5 factores que limitan tu vida íntima» donde encontrarás ejercicios prácticos, e información más profunda sobre cómo sanar tu energía sexual. Sólo debes dejar tu nombre y tu email. ¡Disfrútalo!
