Tipos de Orgasmos Femeninos

Julio 11 de 2023

Por: Carolina Caballero Sánchez

Orgasmos frustrados y silenciados

Hace poco estuve en sesión personalizada con una chica de 31 años, a quien vamos a llamar Valeria para proteger su intimidad. Ella llegaba al espacio de consulta con una enorme frustración sobre su placer sexual, pues desde que había iniciado su vida íntima con una pareja a sus 17 años, jamás había podido sentir un orgasmo. 

Comencé a indagar, y me di cuenta que esta mujer había estado en medio de enormes tabúes religiosos, llevándole a sentir miedo sobre el auto-toque (masturbación), e incluso hacia la penetración. El pene del hombre en su concepción era un instrumento de dolor; mientras que tocarse a sí misma, significaba obrar en contra de Dios, porque tocar su genital era algo cochino.

Pese a toda la carga moral, Valeria experimentó su primer clímax a través del toque en solitario. Tenía 22 años cuando “por fin sucedió”. Para ese entonces había tenido tres parejas estables con las que compartió sexualmente. Con ninguna de estas parejas sintió placer.

Más allá de las creencias, está el conocimiento del cuerpo

Lo que me llamó realmente la atención, fue cuando indagué sobre la manera en cómo usualmente alcanzaba el orgasmo tocándose ella misma. Me comentó que debía introducir su mano de forma bastante profunda, y generar muchísima tensión corporal para poder tener un clímax. 

Confesó que se sentía muy frustrada porque sus compañeros en la cama, siempre buscaban tocar su clítoris como si fuese una película porno, pero ella no sentía nada de esa manera. En ese momento, Valeria fue consciente por primera vez de todo reproche que generó a su cuerpo por no sentir placer de la manera prototípica del porno. Comprendió que había guardado toneladas de sensaciones limitantes en su genital.

Lamentablemente este no es un caso excepcional. Valeria hace parte de las muchas mujeres que están cultivando una ruptura con sus orgasmos por puro desconocimiento.

Es verdad que el clítoris es un órgano exclusivo para el placer. Sin embargo, la parte que se asoma sobre los labios menores, es solamente es un 3% de él, llamado glande del clítoris. Se asemeja al glande del pene: es muy sensible, pero sólo es una pequeña parte del órgano como tal. La realidad es que además de “sentir rico” tocando esta partecita del genital, la mujer también está diseñada para experimentar distintos tipos de orgasmos, de los que te hablaré a continuación.

La mujer como un entramado orgásmico

Las estadísticas sobre la falta de placer sexual en las mujeres son increíbles. Más de la mitad de la población femenina no logra sentir orgasmos durante sus relaciones sexuales. Las raíces sobre este problema pueden ser múltiples, y cambian sustancialmente persona a persona. Sin embargo, hay algo que es real para todas, y que no hemos sido conscientes de ello: La mujer es un mapa entero de gozo sexual. 

Todo el cuerpo femenino aporta su grano de energía para completar la ola orgásmica. Y dentro de esa corporalidad, existen diversas maneras de inducir un orgasmo. No se limita a una sola forma o a un sólo lugar como nos ha enseñado el porno. Tampoco se requiere tener una penetración para esto, sino las mujeres homosexuales o bisexuales estaríamos doblemente frustradas. 

Tipos de orgasmos en la mujer

Vamos a iniciar el viaje por los tipos de orgasmos femeninos, para que puedas comenzar a explorar cada uno de ellos, y conozcas lo que podría servir para ti.

Orgasmo del clítoris:

Es el más reconocido de todos. No tengo una estadística certera, pero bajo mi interacción con múltiples mujeres en mis talleres y sesiones personalizadas, puedo asegurar que por lo menos el 40% de ellas confirman ser orgásmicas de manera clitoriana. Claramente, comprendiendo este estímulo sólo desde el glande del clítoris, pues si pensáramos en la parte interna de este órgano, seguramente todas -o casi todas- seríamos clitorianas. 

Aún si se considera el clítoris sólo desde su glande, o si se toma en cuenta desde sus cuerpos cavernosos interiores, ninguna de las dos opciones requiere una penetración. En el primer caso, la estimulación directa con los dedos es suficiente. Y para la segunda opción, el roce constante de una almohada o un cuerpo con los labios mayores, bastará. 

Orgasmo vaginal y del punto G:

Este es un tipo de clímax que requiere un estímulo interno, ya sea de manera superficial para alcanzar el punto G, o profundo para ir a los puntos vaginales de fondo. 

El punto G es una zona rugosa que se encuentra fácilmente justo al ingresar a la vagina en su borde superior. Es uno de los puntos más conocidos para estimular con las manos, es decir no requiere un pene o un artefacto distinto a los dedos. Mientras que si hablamos de un orgasmo vaginal, nos referimos a esos puntos internos donde sí es necesaria la penetración completa.

Valeria por ejemplo, comentaba que disfrutaba de las embestidas profundas, pero sin velocidad. De esta manera, ella podía sentir el estímulo en sus puntos vaginales más internos.

Orgasmo del útero (cérvix):

Es uno de los orgasmos menos conocidos, pues exige una conexión con la energía sexual y el erotismo de forma consciente. Este tipo de clímax puede darse o no con una penetración. En mi caso, lo he vivido de las dos formas.

La apertura orgásmica del útero es una de las experiencias más intensas que se puede vivir. Se trata de la dilatación natural del cérvix, generando espasmos de placer en el momento orgásmico. Es el clímax usado para los llamados partos placenteros. 

La manera más adecuada para dar apertura al útero a través del orgasmo, es conociendo y entrándole en el manejo de la energía sexual. De esta forma la conexión uterina es la puerta para alcanzar de forma espontánea este tipo de climax.

Orgasmo anal:

Quizá el más satanizado moralmente, pero uno de los más usados desde la antigüedad en hombres y mujeres.

Logrado a partir de una penetración anal, este tipo de orgasmo puede alcanzarse de forma segura y sin dolor, aprendiendo técnicas para manejar el cuerpo y la energía.

En esta práctica, el punto de la nies o periné, es la puerta de apertura de vital importancia, siendo este punto altamente energético. En la nies reposa la raíz de Kundalini o la energía sexual, y te recomiendo pasar a través de ese estímulo, antes de ir directamente al ano. 

Desde mi experiencia personal, y más allá del morbo, el dolor y la vergüenza, el orgasmo anal tiene una intensidad especial, pues te permite sentir que se amplia la sensación genital. Siendo muy honesta, jamás me sirvió el guion del porno para involucrarme en este tipo de orgasmos. La herramienta más poderosa aquí, fue siempre la conexión tremenda en pareja, contar con el más alto nivel de excitación posible en mí, y sobre todo ir con respeto amoroso con el cuerpo.

Orgasmo de los senos:

Logrado a través de la estimulación de los senos de manera paciente, activa y profunda. En realidad no es común escuchar sobre una experiencia orgásmica exclusivamente a partir de este estímulo, pues por lo general se usa como estimulación complementaria, que ayuda a lograr otro tipo de clímax.

Sin embargo, sí conozco mujeres que han llegado a mi espacio de orientación, con tanta sensibilidad en sus senos, que por sí solos logran estimular la suficiente energía y desatar la ola orgásmica.

Orgasmo de energía:

En niveles muy tántricos, es uno de los orgasmos más sutiles y nutritivos que se puedan tener. No hace falta penetrar ni tocar los genitales. Se construye a partir de la respiración y el movimiento energético de manera consciente.

He escuchado incluso mujeres que lo han vivido a partir de la danza árabe, por ejemplo. Este tipo de clímax, requiere un estado superior de conexión con el cuerpo y la energía sexual.

Reconectar con tu capacidad orgásmica sí es posible

Valeria aún está en proceso de explorar su disfrute, sin embargo ha dado una evolución tremenda al comprender que nada en su cuerpo está roto o funcionando a medias. También se ha permitido enseñar a su pareja cómo funciona actualmente su mapa de placer, y ella misma se centrado con convertirse en la soberana de su disfrute. Pasó de ser una víctima de la anorgasmia, a tomar las riendas de su cuerpo y su placer, y tener experiencias orgásmicas en sus encuentros sexuales.

El caso de Valeria no es un caso aislado. Son muchas las mujeres que se han resignado a silenciar sus orgasmos, seguir sintiéndose frustradas por dejar su placer en manos de una pareja, del moralismo o del estereotipo de moda. 

Ahora que tú misma sabes que hay muchas formas de ogasmear tu cuerpo, dime ¿qué te detiene para explorarte? Déjame tus comentarios debajo de esta publicación.

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