¿Cómo Reconectar con tu Deseo Sexual?

Agosto 7 de 2023

Por: Carolina Caballero Sánchez

Cambios en la Sexualidad

Sé que muchas personas están sintiendo en este año una gran energía de cambio. Quizá a ti te haya ocurrido, donde incluso tu cuerpo y tu sexualidad hayan pedido ciertas transformaciones. Podrías haber experimentado sensaciones extremas, como sentir que tu deseo se haya estimulado un montón, o por el contrario, que se haya apagado. Hay ciertas mujeres que me han dicho “ya no me encuentro bien en la cama”.

Hoy traigo esta entrada de blog para mostrarte cómo reconectar con el deseo o equilibrarlo a través de la generación de vacío. Vaciarnos es una de esas virtudes que poco conocemos en un mundo donde se exalta solamente el estar “lleno”. Lleno de objetos, dinero, actividades, responsabilidades, sueños, deseos, diplomas… Pero muy poco el estar vacíos de algo. 

Si me sigues en redes sociales desde hace algún tiempo, podrás haber notado que llevo prácticamente dos meses en un total silencio. He aparecido a través de este blog semanal o quincenalmente, pero no me he querido mostrar en otros espacios. La verdad es que este año ha sido tan movido, que me he sentido aturdida. Y en ese movimiento también debo incluir enormes variaciones en mi propia energía sexual. 

El contexto: Una figura clave en la sexualidad

Debo enseñarte algo sobre la sexualidad: para comprender todo lo que sucede en ella, siempre debes ver el contexto en que te encuentras. Aunque hayas aprendido toda tu vida a generar esa “ruptura” entre tu vida cotidiana y tu vida sexual, la realidad es que es imposible separarlas. Todas tus facetas, tus máscaras y roles influyen directamente en ella, así hayas sido entrenada para hacer de esto una total disrupción. 

Por eso quiero contarte sobre mi contexto este año. La verdad, es que ha sido muy turbulento, comenzando por el hecho de abrir redes desde cero y crear una propia marca con mi nombre. Esto me llevó a iniciar un proceso de emprendimiento poco ortodoxo para la visión tradicional, donde comencé a desafiar todas las creencias sobre “luchar”, “esforzarse”, “hacer incansablemente”, “sacrificarse”. Cuando esto ocurría, enfrenté un luto familiar que me arrugó el corazón. La muerte de mi abuela (la mujer más importante en mi infancia) llegó  mientras escribía la segunda versión de mi libro para entregar a un grupo editorial. Al tiempo, respiraba diariamente, posteaba, y atendía mis clases grupales y mujeres en sesiones personalizadas. 

En este tremendo torbellino de experiencias y emociones una tras otra, mi sexualidad de repente se detuvo, igual que mi deseo e impulso sexual. Algo realmente inusual para mí. Llevaba meses sin encontrarme con mi pareja, ni con ninguna otra fuera de ese vínculo. Era tan tremendo, que mis ganas de sentir mi propio cuerpo estaban en un hielo contundente.  Y como todo lo que te rodea no es más que el reflejo de tu interior, la falta de mi cuerpo me llevó a asumir una mudanza inesperada, “desligando” el hogar para entrar a una nueva área más grande, con mayor vacío. El cambio de hogar de un momento a otro, fue mi llamado de alerta más contundente para decirme: necesito espacio.

El sexo es una dimensión

El sexo no es una cosa que puedas tener entre tus manos. El sexo es una dimensión de varias variables, entre ellas: el tiempo, el espacio y el vacío. Suena un poco complejo, pero es más sencillo de lo que crees. 

El tiempo: La sexualidad necesita un momento específico donde puedas conectar en el aquí y el ahora. Un punto donde ya no estés en el pasado, donde no vayas pensando en el orgasmo del futuro, y donde tu mente no te secuestre para llevarte a pensar en la renta, la escuela de los chicos o la reunión de esta tarde. 

El espacio: Requiere un lugar donde puedas sentirte a salvo, donde no te sientas cohibida, donde tus sentidos estén en total comodidad. El lugar para ir a tu cuerpo.

El vacío: Pero el sexo, además de espacio y tiempo, requiere de vacío para abrirle la puerta al misterio que tiene la experiencia del cuerpo.

En mi caso, el tiempo no era una limitante. A pesar de tener mi agenda llena de lunes a domingo, siempre he creído que el tiempo es una creación, y si es para la sexualidad, con mayor razón. Soy experta bloqueando mi agenda para exaltar el erotismo y el placer. Sin embargo, sí noté que los factores del espacio y el vacío estaban jugando en mi contra. Estaba tan llena de cambios, tan llena de emociones que mutaban tan rápidamente, que en realidad, nada más cabía dentro de mí. Noté que no había espacio para nada más en la ecuación. Y mi deseo sexual lo sentía de forma directa.

Reconectando el deseo sexual a través del vacío

Generar vacío es una de las tareas que personalmente me cuesta. Soy muy activa, siempre estoy creando, escribiendo. Escuchando historias, interactuando con mujeres y recientemente con hombres desde muchos lugares. Siempre estoy hablando de sexualidad y todas las formas que existen alrededor del tema. Me cuesta parar. 

Sin embargo, con la muerte de mi abuela, comprendí ese llamado de forma directa. Dejé morir con ella muchas cosas. Retorne por enésima vez (ya perdí la cuenta) a mis primeros años, esos donde esta mujer había estado tan presente en mi corazón. Dejé que mi infancia también trascendiera. Quemé muchos de los diálogos de mi niñez, los conceptos sobre emprender, los mandatos que aún quedaban sobre “el deber ser”. Solté mi agenda, dejé de programar redes sociales, dejé de sentirme culpable por no hacer y hacer. Comencé a escuchar más mi voz interior fuera de mi espacio de meditación. Toqué mi cuerpo como si fuese un juego sin un objetivo. Comencé a jugar. Volví a sentirme inocente.

Nombré todas mis sensaciones. Nombré mi tristeza. Puse nombre a cada una de las heridas que aún no quería ver y las amé. Vi lo que necesitaba mi cuerpo, y se lo di. Dejé perder mi casa, y abracé un hogar más amplio y más verde. Fluí y refluí. Solté todas y cada una de las expectativas. Hasta que de repente, el deseo sexual me encontró en todas sus formas.

El vacío que dinamiza la energía sexual

El cuerpo es más sabio que tú. La energía es más sabia que tú. Cuando no hay espacio disponible en ti, ya sea en tu cuerpo físico o tu energía, el fluir de la vida se estanca. Es necesario contar con el vacío para crearlo todo: deseo sexual, orgasmos, abundancia, magnetismo. Cuando haces un espacio disponible para ser llenado, le permites a la vida ingresar, y crear. 

Es casi milagroso el efecto que la energía sexual activa y equilibrada puede tener en tu vida. Y es mucho más poderoso cuando le permites al vacío dinamizar ese torrente. Desde esta experiencia, he podido reconectar de nuevo mi tierra, retornando a vivir mi cuerpo como un mapa de erotismo. El nivel de libido volvió a estar presente de manera fluida, y ahora lo canalizo para potenciar el proceso de emprendimiento en el que aún me encuentro. He notado cambios sustanciales, empezando por las ganas de volver al aire en un taller gratuito. 

Y justamente para celebrar que mi cuerpo ya me pide regresar a los espacios en vivo, voy a tener este mes de agosto varios lives y una masterclass.  En realidad he creado todo un mes de trabajo para ti. Quiero que llegues preparada a estos espacios, y que apliques ciertos ejercicios para iniciar tu reconexión. Descarga de forma gratuita el e-book “5 factores que limitan tu intimidad”, una guía práctica para iniciar tu reencuentro con el vacío y tu sexualidad. Puedes descargar el material llenando abajo tus datos. Llenando el formulario, también estarás en la lista de correos para contarte más sobre las actividades. ¡Pendiente!

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